Para qué sirven las estatuas, los monumentos, las lápidas? ¿Por qué dedican las sociedades, o más bien sus gobernantes, tanto dinero, tiempo y saliva? La respuesta no es difícil, en principio: porque los hechos o personajes a los que se refieren esas piedras o bronces encarnan valores que creemos vertebran o cimientan nuestra comunidad. El primer y fundamental error, por tanto, es considerar a esos monumentos testimonios o vestigios del pasado. (...) Más que con el pasado, se relacionan con el presente y la orientación que deseamos dar al futuro. Supongamos, por ejemplo, que honramos como padre fundador a un héroe, que encabezó la rebelión contra una invasión de un pueblo de raza y religión diferentes. El historiador puede hacerle observar al gobernante, que en la documentación procedente de ese siglo no existe la menor referencia a esa batalla, y que tampoco la hay en los primeros ochenta años del siguiente. El político, sin respuesta ante los datos del historiador, acabará decidiendo que, aunque el hecho sea dudoso, no renuncia al discurso que lleva en el bolsillo, porque esa “memoria” es útil para reforzar la identidad y el orgullo local o nacional en los términos unitarios." Y repintar sus blasones, JOSÉ ÁLVAREZ JUNCO.
Mientras que la política (como sistema de poder) ha obviado la evolución del mundo y la cultura, repitiendo formas, modos y contenidos de construir herramientas para mantener esos discursos que necesitan para automantenerse como forma, El Capital (como autentico sistema de poder) ha sabido entender e incluso fagocitar la evolución de la manera de proponer nuevos relatos y héroes. Las representaciones de personajes que enfaticen un discurso que genere empatía, admiración y pasión, ya no se construyen desde el bronce o con pedestal de cemento. Se mantienen las ideas de diferencia de escala, de admiración por sus logros, de construir sus representación propuesta desde un poder.... Un monumento de nuestra temporalidad y nuestra época. BILLIE EILISH x BERSHKA monument. @bershka @billieeilish.